Sus raíces coloniales se encuentran en la fundación en 1551 de la Facultad de Artes de la Real y Pontificia Universidad de México, la primera universidad fundada en el antiguo virreinato de la Nueva España.
Sus orígenes modernos se hallan en la Escuela Nacional de Altos Estudios, fundada en 1910. Durante el porfiriato, y con el impulso de Justo Sierra, se promulgó la ley que reabrío la universidad y que la constituyó como nacional. En ese momento la Escuela estaba formada por tres áreas: humanidades, ciencias exactas y ciencias sociales y jurídicas.
En 1924, mediante un decreto presidencial que le dio el actual nombre, se llevó a cabo la transformación de un área en la Escuela Nacional de Altos Estudios a la Facultad de Filosofía y Letras.
A lo largo de su historia, que transcurrió en el edificio de Mascarones (desde 1938) hasta que en 1954, tras 26 años de planeación y construcción, pasó al sitio que hoy ocupa en la Ciudad Universitaria, en la Facultad de Filosofía y Letras.
En nuestra Facultad, han concurrido diversos saberes y se definieron campos disciplinarios que luego adquirieron su propio estatuto académico. Dada la especialización disciplinaria, diversas carreras se fortalecieron independientemente y se trasladaron en su momento a las Facultades de Ciencias, Ciencias Políticas y la de Psicología. Además, en nuestra dependencia se gestaron los institutos de investigaciones Históricas, Estéticas, Filológicas, y Filosóficas, así como el de Geografía, entre varios más de nuestra Universidad. Los miembros de estas dependencias, en una proporción considerable, son egresados de las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras y que, tradicionalmente, han sido profesores de la misma.
Actualmente, y con la inauguración en 2011 del nuevo edificio de la Facultad que lleva por nombre “Adolfo Sánchez Vázquez”, se mantiene la tendencia histórica al fortalecimiento de las humanidades en la Universidad Nacional Autónoma de México.